- Ejecutivo señala que habrá una gran demanda de soluciones tecnológicas durante el segundo semestre de 2010.
Por Alvaro Quijada
Santiago, Chile. 23 junio, 2010. En abril pasado el mercado tecnológico asistió al arribo de una nueva compañía: Dimension Data. La compañía, proveedora de servicios y soluciones globales de TI que tiene ventas que sobrepasan los US$ 4.000 millones, compró el 51% de participación en Magenta Computación S.A. (Magenta), empresa chilena líder en integración de sistemas. Y para asegurar la continuidad del éxito alcanzado en los 19 años que estuvo presente Magenta en el mercado local, su CEO, Alberto Mordojovich, asumió como country manager de Dimension Data Chile.
Pensar en qué beneficios conlleva la nueva compañía, es prematuro, según explica Alberto Mordojovich. “Ya se vislumbran algunos, pero creo que nuestra empresa tendrá una fortaleza financiera para abordar proyectos de mayor magnitud. Hoy en día estamos preparados para ir a desafíos mucho mayores de los que teníamos con los recursos de antes”, con capacidades de inversión.
Desde ya acceden a compañías que son parte de conglomerados internacionales o que forman parte de la cartera de clientes de Dimension Data en el mundo. Aunque la compañía también se beneficia con la experiencia en management alcanzada por los ejecutivos de Magenta en los 19 años de presencia en el mercado chileno.
Otro beneficio es el acceso a tecnología de punta, al obtener la experiencia de Dimension Data en 50 países. “Traemos tecnología que está funcionando y eso al cliente le encantó” porque ya ha sido probada en países desarrollados o similares a Chile. Y ya empezaron en la empresa a usar fuertemente la tecnología de telepresencia, videoconferencia avanzada, con calidad de alta definición.
Dimension Data tiene 6 áreas de negocios, 3 de ellas comunes a las líneas de trabajo de Magenta. Lo que ambas abordaban, y por lo que se interesaron en la empresa chilena son infraestructura de redes, comunicaciones convergentes (telefonía IP, comunicaciones unificadas, colaboración) y seguridad de redes. En las que empezarán a trabajar son Contact Center, apoyando a clientes a través de la telefónica, chat e email; los Data Center, que incluyen la virtualización de la nube y la computación distribuida y, finalmente la de aplicaciones, que se desarrollará próximamente a partir de un convenio establecido con Microsoft.
Mordojovich dice que los clientes han valorado la nueva compañía. “Ellos valoran las mismas cosas que yo he mencionado: las fortalezas de la compañía, la posibilidad de crecer con nosotros y ahora con un respaldo internacional potente”. Los partners también valoran la nueva compañía.
Auspicioso futuro
El año 2010 no será un año normal para los chilenos. Sin embargo, Alberto Mordojovich está optimista. “Estamos muy optimistas del tercer y cuarto trimestre de este año porque estamos recibiendo proyectos mucho más grandes de los que estábamos acostumbrados a ver”. Si los clientes después del terremoto dilataron las inversiones, “ahora los vemos más confiados, más tranquilos. Quieren ver cómo está el país, la economía, las cosas afuera…Venimos de una crisis, la cosa ha estado inestable, las decisiones de los directorios son duras a veces y ha habido mucha postergación”. Sin embargo, la sorpresa la han dado las empresas PYME. “Ellas necesitan tecnología rápido y el proceso de evaluación es más rápido y vemos que las empresas grandes están juntando las decisiones de tecnología en grandes proyectos”.
Y si el año pasado fue en general malo para las empresas tecnológicas, “creo que los proyectos postergados se van a empezar reevaluar el segundo semestre y por lo tanto la industria se va a estresar”.
Proteger la Internet
Como buen emprendedor y empresario, evalúa la respuesta del país y las empresas tecnológicas tras el terremoto. “Más que un problema del terremoto es un problema de regulación. La tecnología está para que no pase lo que pasó en Chile. Y si pasó lo que pasó en Chile fue porque la Subtel se quedo dormida. El país tiene que entender de una vez por todas que la red pública que tenemos que proteger todos es la Internet. Si le pusieran a la Internet la mitad de las regulaciones que tiene la telefonía local, no habría pasado lo que pasó”.
Agrega que si se cuenta con la fiscalización de las antenas de celulares, con vigilar las inversiones, no se habría desconectado el país. Y eso, en relación a las redes públicas. Las redes de los servicios de emergencia debieron haber sido aún más proactivas. Considera grave que no haya habido Internet cuando es una red diseñada para hacer frente a grandes desafíos y emergencias. “Los clientes no pueden quedarse sin Internet cuando es un bien público de tanta importancia”. Y la mejor demostración radica en que no se ha desarrollado la Internet en regiones porque, a su juicio, se transformaría en una competencia para el negocio de las redes privadas, que se cobran para asegurar servicio a las empresas, pero no a las personas.
Por último, sentencia que “cuando se empiece a hablar de reformar la ley de telecomunicaciones (que data de 1983) vamos a estar hablando de palabras mayores. Chile no ha hecho una reforma superior en telecomunicaciones desde 1983”.
Por ahora, confía en que la continuidad de las empresas, más allá de cualquier cataclismo o robo de equipos, pasa por la virtualización, la nube o “cloud”, de la que se empieza a oír desde varios puntos.
COMENTARIO: on the way!
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