La Universidad Católica, tal como otras importantes universidades públicas y privadas, está fortaleciendo su capacidad de innovación, al generar una adecuada gestión que favorezca el desarrollo y proliferación de proyectos innovadores, que puedan ser aplicados a nuestra realidad, sacando el máximo potencial a uno de sus principales elementos de capital humano (Investigadores-Docentes). Sin embargo, tal como se desprende de esta noticia, existe un tremendo potencial de nuevos conocimientos de sus investigadores, los cuales podrían ser aplicados ( y como en muchas otras universidades también), pero la evidencia no es tal (la UC publica alrededor de 1000 artículos en prestigiosas revistas científicas cada año, pero presenta sólo 10 patentes en el año, existen varios proyectos Fondecyt). Factores que pudiesen explicar esta aversión a la innovación en la UC y en todo Chile, podrían ser múltiples, pero quizás las más relevantes sean dos:
Fuerte cultura en Chile que castiga el fracaso, generando miedo al fracaso. Del fracaso, se puede obtener valiosas enseñanzas para mejorar.
Todo el proceso completo de patentar inventos, es muy lento.
La universidades están dando un paso, pero falta mucho. Más aún, si Chile aspira a ser un país desarrollado, en varios años más, debe madurar respecto a este tema tan clave. ¿Habrá que desarrollar políticas públicas que favorezcan el desarrollo la innovación? ¿Sistmas como DICOM distorsionan la capacidad de emprender e innovar, si hace dificulta el acceso a créditos de bancos? Habrá que identificar puntos de conflictos, discutirlo, debatirlo, plantear objetivos estratégicos, metas, bien concretas claras y definidas.
Fuente: Diario Financiero
Fecha de Publicación: 23 de Agosto de 2010
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