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Un estudio de RGX realizado recientemente dio a conocer que a pesar de que el 70% de las empresas exportadoras tienen una página web, la mayoría cuenta con una presencia básica en internet.
En este sentido - y como detectamos la aparición de anomalías - se hace necesario romper con el modelo mental que tienen las empresas exportadoras. Estas deben empezar a mirar el entorno con la finalidad de entender y aprovechar las oportunidades que éste, en conjunto con las tecnologías de la información les ofrecen.
Esto se traduce en recomendar a las Pymes que prioricen entregar mejores respuestas y conseguir mejores resultados en la utilización de internet, ya que esta plataforma ofrece nuevas oportunidades que no han sido aprovechadas debido a que no constituyen un canal tradicional para las personas acostumbradas a realizar negociaciones y/o transacciones de manera presencial, y de paso romper con el paradigma que establece que “las cosas siempre se han hecho así”.
Esta recomendación debe ser considerada como una inversión, y en ningún caso, que se generen emociones negativas ya que estas no favorecen los cambios tecnológicos en pro de las empresas.
Exite otro desafío importante: romper el modelo mental de los clientes. En este caso, es fundamental ganarse la confianza de estos, ya que de esa manera, ellos podrán aprovechar las nuevas alternativas que les entregamos para acceder a productos y servicios, y nosotros, ver los resultados de la inversión.
Algunas acciones que nos pueden llevar a alcanzar los objetivos según este artículo corresponden “por ejemplo que entregue políticas de privacidad claras, referido a detallar la información proporcionada por el visitante y el uso que se le dará. Todo esto en un lugar visible del sitio. El cliente necesita saber con quién está negociando”.
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