miércoles, 19 de agosto de 2009

Ojo al combinar redes sociales y trabajo

Ojo al combinar redes sociales y trabajo

Catalina Correia C.
Algunos empleados, pecando de ingenuos, revelan actitudes inapropiadas en sitios que comparten con sus jefes. En muchas ocasiones, por la boca muere el pez.

Catalina Correia C.

"En la playa, dándolo todo", puede perfectamente ser el mensaje de estado de algún amigo en Face-book y Twitter.

Algo completamente ingenuo para unos, pero completamente fuera de lugar si se trata de un empleado que acaba de pedir licencia por depresión. Este tipo de confesiones pueden traer grandes problemas, desde un reto por desubicado, hasta un despido.

A veces la información llega a oídos del jefe por vías indirectas, pero aunque suene ridículo, suele suceder también con frecuencia que el sujeto en cuestión tiene a su superior dentro de su lista de amigos, pero simplemente se le olvidó.

Por eso, antes de escribir qué está pasando por nuestra cabeza (que puede ser "por fin es viernes, ya no soporto este trabajo"), hay que pensarlo bastante bien porque puede ser causal bastante justificada de eliminación por convivencia y no por talento.

Pero no sólo los trabajadores deben tomar conciencia de sus "confesiones" en línea. Y de las fotos que suben de uno que otro carrete subidito de tono.

¿LIBRE EXPRESIÓN?

Hay muchas empresas que están preocupadas por lo que sus trabajadores postean en la red.

Por ejemplo, una organización que ha invertido tiempo y dinero en mostrarse al público como socialmente responsable, no verá con muy buenos ojos que alguno de sus empleados exprese: "En la pega nuevamente me negaron las vacaciones y no me pagan las horas extras".

El tema no tiene nada de banal. Es por ello que un estudio de la consultora Deloitte analizó la actitud de los ejecutivos ante los mensajes que sus empleados lanzan a través de las redes sociales.

Para ello se consultó la opinión de más de 500 directivos y 2.000 empleados de empresas de diferentes sectores.

Según esta investigación, el 60% de los ejecutivos cree tener derecho a conocer la imagen que los empleados proyectan de sí mismos y de la empresa.

Actitud que choca con la de los empleados, ya que más de la mitad (53%) considera que estas opiniones son privadas y sus jefes no deberían inmiscuirse, aunque el 74% reconoce que las redes sociales son un canal donde es fácil dañar la reputación corporativa.

Pese a dicha inquietud, sólo el 17% de los más de 500 ejecutivos encuestados comprueba de alguna forma las opiniones que vierten sus empleados en las redes sociales.

Sin embargo, el 49% de los empleados afirma que no cambiaría su comportamiento en la web 2.0 aunque se les vigilara más de cerca.

Es por ello que hay muchas empresas que prohíben el uso de sitios como Facebook o Twitter en sus instalaciones.

Pero hay poco que hacer cuando un empleado enojado con la jefatura llega a casa y se sale de madre. Desatinados hay en cualquier lugar y en todo tipo de cargos. Ante la libertad de expresión que otorga la red, no queda más que asumir.

2 comentarios:

  1. Cual es la relación con la Unidad 1?

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  2. No todas las noticias relacionadas con la interacción mediante herramientas tecnológicas tiene que ver con la Unidad 1.

    En este caso, la noticia no se relaciona con la finalidad de lo visto en clase.

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