Se trata de una una iniciativa del laboratorio Lifelong Kindergarten Research Group, del MIT, dirigido por Mitchel Resnik, que consiste en diseñar un lenguaje de programación, llamado Scratch, con el fin de hacer interesante la programación para niños y niñas a partir de los ocho años, siendo una herramienta que les permite de manera natural construir sus propias historias interactivas, juegos, animaciones y simulaciones, y al mismo tiempo compartir sus creaciones con otros.
¿Por qué enseñar a programar? Actualmente las niñas y niños se manejan muy bien con las tecnologías digitales: envían e-mails, usan el chat, navegan por la Web y se divierten con juegos online. ¿Pero los hace esto realmente dominar las nuevas tecnologías? A pesar de que ellos interactúan todo el tiempo con medios digitales, muy pocos son capaces de crear sus propios juegos, simulaciones o animaciones. Esto se puede ver, análogamente, como si ellos supieran cómo leer, pero sin tener desarrollada la habilidad de escribir.
Inspirados en la forma en que los niños y niñas juegan con piezas de Lego, construyendo a partir de piezas no muy diferentes estructuras nuevas o cada vez más complejas, los diseñadores de Scratch inventaron un conjunto de “piezas de programación” gráficas que se pueden encajar entre ellas para crear programas. De la misma manera que un niño/niña ve cómo las piezas de un Lego calzan con otras, existen conectores que sugieren cómo las distintas “piezas de programación” deben encajarse.
Cada “pieza de programación” tiene una forma definida, de tal manera que sólo pueda juntarse con otras para formar una estructura sintácticamente correcta. Por ejemplo, las estructuras de control tienen la forma de una C, sugiriendo que otras “piezas de programación” podrían ubicarse en su interior. Las “piezas de programación” que retornan valores, tienen la forma del tipo de valor que retornan: óvalo si es número, y hexagonal si es un valor lógico (verdadero o falso). Así, una “pieza de programación” que requiere de un valor lógico, solo podrá juntarse con una forma hexagonal.
Para lograr que los usuarios puedan crear proyectos que los motiven, Scratch permite desarrollar proyectos muy diferentes y al mismo tiempo personalizarlos, incluyendo, por ejemplo, fotos, música y voces grabadas. El sitio web de Scratch (http://scratch.mit.edu) está desarrollado de tal manera que los usuarios puedan compartir sus proyectos, colaborar entre ellos, y también recibir opiniones sobre un proyecto. Una vez que un proyecto está en la página Web, cualquier usuario puede ejecutar o bajar el programa para ver las “piezas de programación” que fueron usadas, y modificarlo si se desea. Scratch está disponible en la misma página Web y es gratis.
Los niños, usando Scratch, aprenden conceptos matemáticos y computacionales, a ser creativos, a razonar sistemáticamente, y a trabajar de manera colaborativa.
Link: http://dccuchile.blog.terra.cl/2011/08/23/%c2%bfpuede-ser-la-programacion-entretenida-para-ninas-y-ninos/
Fecha noticia: 23/Agosto/2011
Comentario:
Aquí vemos un ejemplo de cómo usar las tecnologías de información de forma grupal entre niños y niñas que están aprendiendo a programar de forma didáctica y colaborativa. Donde los niños se agruparan para resolver un problema, una de las razones por las cuales se forman los equipos (slide 14). Permitiendo que los niños tengan un acercamiento temprano con este tipo de lenguajes y aplicaciones grupales.
Esta herramienta es muy útil en la formación de los niños y niñas, ya que, los acercará a una nueva modalidad de aprender y trabajar: el trabajo en equipo. Trayendo consigo importantes beneficios en el futuro, ya sea en la escuela, universidad, trabajo, etc. El trabajo en equipo trae consigo muchas ventajas y beneficios (slide 13), tales como: generar motivación entre los colaboradores, aumentar niveles de productividad (sinergia), facilita la comunicación, mayor flexibilidad y desarrollar habilidades de trabajo múltiple.
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